lunes, 3 de mayo de 2010

Renglones vacíos

Hace tanto que no te cuento nada que quizás pienses que me olvidé de vos.
Pero acá estoy... ¿Cómo podría dejarte? Si siempre estás ahí para leer lo poco o mucho que tengo que decir. No, no te dejé. No lo pienses.. no lo pienses nunca.
Quizás fueron unos meses demasiado "casi felices" y las cosas para contarte no llegaban o se iban más rápido que el tiempo que necesitaba para rimarlas, condensarlas, versarlas, usarlas... marcarlas.
Siempre me acuerdo de vos. Sos mi escape cuando estoy triste, o al menos lo eras. Quizás estuve usando una salida de emergencia.. pero no se compara con las miles de puertas que conseguís abrir en mi.
No quiero que me perdones, porque yo todavía no puedo perdonarme.. así que dejo más que claro que no te lo voy a pedir. Sólo quiero que tratemos de comunicarnos de nuevo. Si en este tiempo no hubo ojos ansiosos buscando en tus rincones desde hoy va a cambiar.. (desde hoy todos vamos a cambiar o al menos vamos a prometernos intentarlo)