domingo, 30 de mayo de 2010

No way

Estuve pensando y la verdad no sé en que soy distinta a vos...
Ese costado Isabel va ganando 3 de 4, espero que nadie salga mal de esta..

martes, 18 de mayo de 2010



Si buscás en todo el blog no vas a encontrar ni una sola foto (no me gustan porque son recuerdos medio mentirosos. De esos que te hacen decir "whisky" sin que te regalen ni un sólo Jack).
Pero vos no digas nada y mirá que lindos que estamos.
El blog se va a enojar. Y los personajes que inventé se van a enojar. Y cuando yo esté enojada y entre al blog me voy a enojar más..
Pero supongo que lo que pase después no importa.

Te amo
(pero salí sin hacer ruido!)

lunes, 10 de mayo de 2010

No sé si hay luna, pero hay botellas vacías de corona

Que largas que parecen las noches a veces. Que largas que parecen y que bello que así sea. Aunque sea una noche triste, aunque sea una noche en la que estoy sólo conmigo. Aunque sea una noche sin Julieta.
Y es que estoy aquí sentada, con el reflejo del monitor iluminando el cuarto. El reflejo que recorta las figuras de las cosas y todo parece más complejo. Las botellas, los cuadros, las flores secas (si, las que dejaron de crecer como el amor de quienes las regalan, ajenos al trauma de la pobre planta). Todo irradia algo más y es sólo de esta forma como se puede ver su esencia.
Es maravilloso y casi sublime sentir como el silencio se pelea por hacerse oír. Pelea con las bocinas de la avenida, pelea con el televisor de algún desvelado del piso de arriba y se acopla a las miles de almas que están hablando en sus sueños.
Es una de estas noches medio artificiales, medio reales en las que a pesar de que miles de pensamientos y problemas recorran golpeando cada parte de la cabeza uno puedo dejarse llevar y desconectarse, una milésima de segundo, pensando en el color en que sueñan los ciegos, en el olor de las flores salvajes, en el frío de la estrella polar.
Y es que hoy estuve triste, pensando en el dinero, en los trenes normales, en los horarios legales, en sonreír mecanicamente, en impresionar para que el látigo me elija. Y ahora de a poco me alejo. De a poco, como se va tiñendo de negro la noche. Me alejo hasta dormirme y soñar con colores ciegos, las flores salvajes y el frío de los astros distantes..
Es una noche sola
Es una noche larga
Es una noche alegre porque puedo estar triste

lunes, 3 de mayo de 2010

El gato saltó y cómo suele pasar cayó de pie..

Ya sé lo que me vas a decir. Pero no lo hagas..
"Se ceuzó Isabel otra vez y decidió asomarse Alberto de nuevo." [Te dije que no lo hagas!!]
Creo que tenés razón.. Odio que tengas razón (...)
Fue mejor, bueno.. la palabra no es precisamente "mejor". Pero digamos que fue una versión completa de lo que tiene que tener una buena obra para que aplaudan al final.
Isabel (ahora de negro) tenía esa mirada que sólo el buen Freud puede retratar cuando habla de las mujeres histéricas.. Y Alberto mirando.. sintiendo algo parecido al odio, la impotencia y el recuerdo undécimo de una noche triste.
(...)
Todos tenían sus problemas, pero Alberto (por una cuestión relacionada con el tiempo) parecía no tener derecho a tenerlos. Más que algunas peleas usadas por el aparatito cobarde, su aparición en el mundo del drama no significó gran cosa.
Más bien se sentó (tratando de parecer indiferente) a ver como su (no, no, no, no, no, no, no) Isabel pataleaba..
Fue el estelar de Frida e Isabel.. realmente fue una tertulia que merecía una ovasión de pie y el monólogo de Alberto se postergó por tiempo indefinido.

Renglones vacíos

Hace tanto que no te cuento nada que quizás pienses que me olvidé de vos.
Pero acá estoy... ¿Cómo podría dejarte? Si siempre estás ahí para leer lo poco o mucho que tengo que decir. No, no te dejé. No lo pienses.. no lo pienses nunca.
Quizás fueron unos meses demasiado "casi felices" y las cosas para contarte no llegaban o se iban más rápido que el tiempo que necesitaba para rimarlas, condensarlas, versarlas, usarlas... marcarlas.
Siempre me acuerdo de vos. Sos mi escape cuando estoy triste, o al menos lo eras. Quizás estuve usando una salida de emergencia.. pero no se compara con las miles de puertas que conseguís abrir en mi.
No quiero que me perdones, porque yo todavía no puedo perdonarme.. así que dejo más que claro que no te lo voy a pedir. Sólo quiero que tratemos de comunicarnos de nuevo. Si en este tiempo no hubo ojos ansiosos buscando en tus rincones desde hoy va a cambiar.. (desde hoy todos vamos a cambiar o al menos vamos a prometernos intentarlo)