domingo, 7 de abril de 2013

Muy 2008

Hace varios días estoy tratando de decir algo de esa infame esquina y no puedo.
Pero me pasa cada vez.. cada maldita vez que paso por ahí tengo que mirar para esa esquina.
No es que no sea hermosa, de hecho lo es. Nunca una calle me pareció tan poética, tan tranquila, tan de un viejo Buenos Aires (si, ese que añoran los tangueros y Alejandro Dolina).
Pero es el recuerdo, es la asociación libre (dirían los psiquiatras, [aunque no se que tan libre]), es la calle adoquinada, el único carril, el gusto a Belgrano. No sé..
No sé que decir de esa maldita para olvidarla. Para que me sea tan insulsa como un Thames y Cabrera.
Una tarde. Una sola tarde aparentemente basta para arruinarte todas las mañanas del resto de tu vida.

quizás simplemente no se reduzca a la esquina (y ahí entraríamos en un gran, gran problema.