Supone que linda e inteligente y obsesiva y compulsiva en exceso. Morocha, ojos grandes y marrones, de baja estatura. Piel blanca con toques mestizos y alguna que otra cicatriz escondida por ahi.
Y ahi estaba ella, escribiendo, soñando y esperando.. Un 11 de diciembre acababa de terminar y ya habia pasado un mes y medio desde aquel día. Recordaba ese sábado triste. Nunca olvidaría las ansías porque se hagan las tres, el olor de esa tarde, el último beso, la última palabra. Los intentos inútiles de súplica, las lágrimas tibias rodando por las mejillas, el sonido de su corazón rompiendose tras el sordo eco de los pasos.. alejándose por las escaleras. El movimiento de la silueta que jamás volverá, a través de los barrotes del balcón. El loco deseo (que duró interminables segundos) de saltar para caer delante de su amor. No, nunca.
Hasta que se rompiera el hechizo. Ese hechizo que según ella duraría exactamente un año. Un año desde ese día. La crónica fue simple, despertó como siempre y esperó para no molestarlo, lo llamó emocionada y espero a que llegara. Sería el último día que estaría triste... ya no quería llorar mas delante de él. Pero las lágrimas vinieron y con ella los conocidos reclamos y reproches. Pero algo inesperado sucedió y lo último que supo es que se encontraba rogando a los pies de la escalera que no se fuera.
Un sabado triste, un sábado de alcohol, un sábado que sabía que para él terminaba con una fiesta y para ella con un corazón sangrando. Pero se rompería el hechizo. Al año siguiente, exactamente un domingo. Un soleado domingo que esperaba encontrarla nueva.
Imposible en verano: tantas tardes juntos habían pasado. Imposible en su cumpleaños, tantas locuras compartidas ese día. Imposible en otoño, los mejores recitales los vivió en aquel tiempo. Imposible en invierno, largas noches había caminado con un buzo de él abrigandola. Imposible en primavera, tanto amor en el aire...
Pero ese mágico día de todos lo santos traía consigo aire nuevo. Y ahi si, el hechizo de amor mágico, de amor único, se rompería.. y sería libre para que la hechizaran otra vez.. Solo había que esperar..